El clima en Machu Picchu varía según la temporada. La temporada de lluvias va de noviembre a marzo, mientras que la temporada seca, ideal para visitar, es de abril a octubre. Las temperaturas durante el día son generalmente cálidas, pero las noches pueden ser frías. Se recomienda llevar ropa en capas para adaptarse a los cambios de temperatura.

La caminata a Machu Picchu es una experiencia inolvidable, con varias rutas disponibles. La más famosa es el Camino Inca, una travesía de varios días que ofrece vistas espectaculares y acceso directo a Machu Picchu. Otras rutas populares incluyen la caminata por Salkantay y el Inca Jungle Trek. Cada ruta ofrece diferentes niveles de dificultad y duración.

Para prepararte para la altitud de Machu Picchu, se recomienda pasar unos días en Cusco o el Valle Sagrado antes de la visita. Beber mucha agua, evitar el alcohol y consumir hojas de coca o té de coca puede ayudar a mitigar los síntomas del mal de altura. Si experimentas síntomas graves, busca atención médica.

Machu Picchu está situado a una altitud de aproximadamente 2,430 metros (7,970 pies) sobre el nivel del mar. Esta elevación puede causar síntomas leves de mal de altura en algunos visitantes, como dolores de cabeza o dificultad para respirar. Se recomienda aclimatarse en Cusco, que está a mayor altitud, antes de visitar Machu Picchu.

Para el clima en Machu Picchu, se recomienda empacar ropa en capas, una chaqueta impermeable, protector solar, un sombrero y gafas de sol. También es útil llevar repelente de insectos y una botella de agua reutilizable. Durante la temporada de lluvias, no olvides llevar un poncho o paraguas.

Sí, además de las travesías largas, Machu Picchu ofrece opciones de caminatas cortas y accesibles. Algunas de estas incluyen la caminata al Puente Inca, la caminata al Templo de la Luna y la caminata a la Puerta del Sol (Inti Punku). Estas caminatas son perfectas para quienes prefieren rutas más cortas pero igualmente impresionantes.